Trashumancia

Hola blogueros!!!

No hay nada como hablar con los pastores trashumantes, para conocer la cultura de esta tradición que se está perdiendo. En esta ocasión, hemos tenido el honor de escuchar y disfrutar  lo que nos ha relatado Feliciano, un pastor de unos 50 años, de los cuales ha dedicado casi la mitad de su vida al oficio de la trashumancia, ya que desde su infancia ha estado vinculado a estos animales. Todo empezó cuando un compañero le animó a realizar este trabajo, cuenta que ahora no sería capaz de dejarlo por muy duro que sea, no podría concebir una vida sin ellos.

Esta dedicación a los animales es muy dura, no hay descansos ni vacaciones, los animales tienen que comer los 365 días del año.

¿Qué es la trashumancia?

Es la migración estacional donde se traslada el ganado de un lugar, resguardándose de las altas temperaturas a zonas menos calurosas. Las fechas en la que se realiza la subida a pastos más frescos se realiza a finales de mayo, y casi la última semana de octubre se trasladan a pastos más secos para evitar posibles nevadas. Durante la época de más frío los animales son trasladados a Ribesalbes (población de la Mancomunidad Espadán Mijares)

El recorrido que realiza y las personas que decidan acompañarlo tiene la duración de 4 días, realizando unos 25 km diarios ininterrumpidos, no importa si llueve, nieva o truene. Hacen este trayecto sin  pasar por el interior de las poblaciones, pero, si por carretera; por eso es importarte estar acompañado en todo momento, así poder controlar mejor al ganado y no correr peligro alguno.

Durante este trayecto, al acabar el día llegan al lugar donde las guardan para pasar la noche, ellos se bajan a sus casas a descansar, al día siguiente deben levantarse antes de que salga el sol, sobre las 6 de la mañana, para volver a reanudar su rumbo.

Al finalizar el trayecto llegarán a casa de Feliciano, lugar donde todos sus animales pasarán los próximos meses hasta la llegada del invierno. No solamente  trabaja con las ovejas y cabras, a parte de estos animales también tiene conejos, gallinas…

Cuando van por la montaña, y se cruzan con ciclistas o senderistas, estos se sorprenden porque no es algo que se vea usualmente. Esta tradición se está perdiendo debido a la baja demanda de este tipo de trabajo. Este oficio debería valorarse más, al dedicar todos los esfuerzos a los animales durante 365 días al año, 24 horas diarias, y más cuando están en época de criar. Feliciano no suele dormir en toda la noche, tiene que permanecer pendiente de que nazcan correctamente, incluso ayudar en el parto si fuera necesario.

Por esta clase de trabajo no se percibe ningún tipo de ayuda económica, solamente les dan ayudas como ganaderos para poder afrontar los gastos de veterinario. Cuenta con  700 ovejas de varias razas como: la alcarreña, ripollesa y segureña, además de poseer unas 60 cabras: celtas-ibéricas, granadinas y murcianas, más los perros de pastoreo y el gasto medio anual por animal es de 35€.

Debería de valorarse más porque hacen una gran labor de limpieza de malezas para poder conservar nuestros caminos manteniéndolos limpios y así se evitarían muchos incendios.

cabras de feliciano

Antiguamente se realizaba la trashumancia con los medios que se disponía, con una mula y un caballo. Con la entrada de las nuevas tecnologías esto ha cambiado.

Actualmente, durante el trayecto si algún animal se enferma pueden tratarse rápidamente ya que pueden llevarlas en sus respectivos vehículos a un centro veterinario. al igual que si dan a luz por el camino, llevamos al recién nacido al coche para más tarde dejarlo con su madre para que pueda amamantarse.

Feliciano, reconoce a su ganado con sólo mirarlo, algunas de ellas tienen incluso nombre, ya sea por el color, por algo especial que les haya pasado o su carácter. Por ejemplo negra, rojiza, verdina, traviesa… Las que controlan el ganado o son más traviesas porque se dispersan, llevan cencerro para poderlas oír de lejos.

Las quiere a todas por igual, pero, siempre hay alguna que destaca más que otras, debido a ser noble, mansa…

Aquí, con esta foto, os dejo un ejemplo: se llama rojiza, la crió a biberón, y es como un perro, no se separa de su lado en ningún momento.

cabra cariñosa "rojiza"

Los perros que le acompañan son de la raza border collie, ellos ayudan a controlar el ganado de una forma pacífica haciendo que los animales les obedezcan. También cuenta con la colaboración de un Mastín que se encarga de vigilar y controlar que no les ocurra nada y nadie les haga daño.

Mastin feliciano

border colli pastoreo

Los caminos por donde debe pasar el rebaño son algo difíciles. Existe un único problema, el relieve es muy acusado y cuenta con tramos de barranco y pendientes, lo que dificulta el paso. Feliciano nos comenta que hay niños que también deciden acompañarlos y pueden realizar este tramo sin problemas.

cabras por la montaña

Realizando este oficio en esta zona sólo queda Feliciano. Nos relata que cuando se pone enfermo decide seguir trabajando, y  en el caso de que en algún momento de su vida se encontrara muy enfermo o no pudiera continuar, contaría con la ayuda de alguien cercano y de confianza para que cuidara a su rebaño mientras tanto.

Por eso, hemos decidido rendir homenaje a esas personas que, cómo Feliciano, siguen con la trashumancia, una tradición cultural que es un patrimonio inmaterial de los pueblos del interior de Castellón.

Os animo a que después de leer este post, os acerquéis más a conocer y disfrutar esta práctica tan peculiar y enriquecedora.

                                                                                                                              Rosana collado